La Niña de La Morada de la Paz

Encontré esta pequeña hermosura con la cabeza cubierta de blanco en el interior de la isla de Borneo, frente a la mezquita Sultán Omar Ali Saifuddin, en la capital del Sultanato de Brunéi.

Su ropa estampada, de colores similares a las flores tropicales del sudeste asiático y complementada con el hijab, adaptado a las tradiciones musulmanas del país, es una vestimenta tradicional de las mujeres del Sultanato. Además, su rostro redondo, mirada plácida y agradable transmiten algo más que la felicidad y despreocupación de la niñez.

Me atrevería a decir que ella representa la vida en Brunéi, tan cercana al autoritarismo, y al mismo tiempo tan lejana a la democracia que nosotros conocemos.

El sultán de Brunéi, Muda Hassanal Bolkiak, pertenece a la misma dinastía que domina el país desde el siglo XIV, y se mantiene en el trono apoyado por las ingentes reservas de petróleo y gas con las que ha sido agraciado su territorio. Su fortuna es una de las riquezas personales más grandes del mundo. No obstante, parece no olvidarse de sus habitantes. En Bandar Seri Begawan, la capital de Brunéi, más conocida como BSB, no se ve pobreza y nadie parece desgraciado. Al contrario, a sus habitantes se les ve contentos y orgullosos de su pequeño país en el que todos tienen acceso a la hospitalización, educación y donde el gobierno ofrece subsidios de arroz y vivienda. Y eso se debe no solo a tener una de las mayores rentas per cápita del sudeste asiático o a estar exentos de pagar impuestos por personas privadas, sino a la forma de vida que llevan, muy cercana a las tradiciones campesinas.

Brunei, es como el rostro de la niña: pequeño, tranquilo y feliz, o como su nombre oficial indica: Negara Brunei Darussalam - Estado de Brunéi, Morada de la Paz.